31 agosto, 2007

Llevo unas horas en la capital. Quería hacerlo, pasearme por ahí. Fuí a Puente Alto a reencontrarme con mis raíces y la verdad es que desde el moderno metro no se ve mucho. Divisé el hospital donde nací y la casa de mi más tierna infancia (si, alguna vez fui tierna). Luego caminé por el barrio Lastarria (un lugar que me gusta mucho), desesperada por un café, un baño y un cigarro. Después de mucho caminar encontré una terraza y cuando ya me había acomodado, descubrí que era Bravíssimo GRRRRRR!!!!, pero en fin por lo menos sé que el café es café, del baño no coments, un verdadero asco, seguro que don Antonio ni se aparece por este local perdido en Santiago centro. En fin, no sé si con el expresso doble o con tanta gente, pero el caso es que como que me maree o me entró una angustia terrible y una compasión profunda por la pobre gente que vive acá, así que seguí caminando hasta llegar a este ciber de lo más caro y donde el MSN está en un formato de lo más raro, pero por lo menos puedo hacer la hora hasta que me llame la Su para almorzar y hablar de ciertas cosas, sospechas que tenemos, intuiciones femeninas y huevadas por el estilo, además que hace tanto que no nos vemos, siempre tenemos novedades (aunque sea digestivas).
No se si podría acostumbrarme a esta vida. Todo en el Puerto es tan distinta (sobre todo por las putas explosiones, ahora está a punto de desaparecer A. P. , esto es el colmo), claro que a su favor esta ciudad está LLENA de guachones, o tal vez los encuentro a todos ricos porque llevo más de un mes sólo viendo a minos de la tele, como Orlando, Johnny y demaces, pura fantasía de E!, y acá, mijitos de carne y hueso, tal vez fue eso lo que me alteró los nervios. La cordillera está bien bonita (cuando alcanzo a verla), pero esto de toparse con tanta gente y no tener a quien saludar es algo agobiente. No creo que dure hasta mañana en lo que fue Santiago ensangrentada.

30 agosto, 2007

A horas del regreso (sólo si me dan la puta licencia). Me reclaman desde el puerto de Valparaíso. Me reclamo no volver a escapar de esta forma, aunque las siga cagando, no more. Única conclusión del viaje (mentira). Ya reconciliada con mi hermana y no conmigo misma, a pesar de lo bien que me caigo.
Que más? Que buenísimo tener amigos, de esos en los que puedes confiar a ciegas, de esos que te pasan llamando por teléfono aunque no les contestes, de esos que puedes mirar a los ojos y sabes que no te esconden nada fundamental (cada uno con sus secretos), de esos que te dan ánimo, que en vez de cagarte el día con comentarios desagradables e innecesarios se ríen contigo, de esos con los que puedes imaginarte en un par de décadas más (si lanzan al mercado la cura) viejos pero glamorosos, de esos que cuando estás con ellos todo parece fácil aunque el mundo se esté haciendo mierda, de esos con quienes se puede pasar una caña infernal de cualquier día de la semana, de esos que te retan porque temen que te vuelvas loca de deveritas y no de ficción, de esos que aunque estén dispersos por el territorio nacional se escapan algún finde para hueviar como excusa y para hablar hasta la mañana en realidad, de esos que te pueden contar la misma historia mil veces y a ti siempre te parecerá nueva y alucinante, en parte porque tienes mala memoria. De esos que el tiempo y el diablo juntó, de esos que el dime con quien andas y te diré quien eres es absolutamente cierto. De esos mis amigos...

24 agosto, 2007

Quien mierda se robó el pelo de Barbarella?
Me acabo de enterar. Fue la propia Barb quien me lo contó y espero que este problema esté solucionado a mi regreso porque sino voy a armar LA casa de puta en ese edificio el bendito día que vuelva a la city.
En todo caso yo iba a escribir de otra cosa. Mi madre. Yo había percivido que ella se avergonzaba de mi, porque me gusta bailar en el supermercado, hablar fuerte, decir garabatos, pintarme mucho, exagerar en definitiva y claro, cree que soy una estúpida porque hablo demaciado de hombres. Pero ahora que hemos pasado más tiempo juntas, esa aversión que ella siente hacia mi se ha hecho más notoria. Ahora sumamos a la lista mi mal gusto, lo mucho que como, mi pelo rojo, mi soberbia, mi mal carácter, en fin, un sinnúmero de defectos que no termina de hecharme en cara. Al principio nos peleábamos, pero ya no me molesta. Supongo que este es el primer paso para pasarme por la raja lo que los demás piensen de mi. De todas formas me impresionan algunas cosas, como por ejemplo que ella cree que utilicé a Gonzalo, que estuve con él hasta que me fue útil y que después lo deseché como un calzón viejo, o que no soy capás de amar a nadie. Y cómo rebatirla? Supongo que de un modo u otro uno siempre utiliza a la gente y si lo hice con Gonzalo no fue a propósito, además que ella jura que él era una blanca paloma a merced de esta dictadora, pero estoy segura que no pensaría lo mismo si supiera que con el huevas del Juan aspiraban neoprén en el galpón de mi abuelo o que el muy hijo de puta incestuoso fue amante de su prima (claro que pensaría que yo soy más huevona de lo que ella pensaba). En relación al amor al parecer tiene razón.

21 agosto, 2007

A ver, quiero beber!!Estoy segura que a la primera copa voy a quedar moto, y claro, no es la idea hechar por la borda estos casi dos meses de rehab, pero que se le va a hacer si no puedo con mis vicios, de todas formas no creo que sea tan importante eso de sed o no sed: esa no es la pregunta...

16 agosto, 2007


Me despierto de un mal humor de puta madre. Será la inminente menstrualidad o la falta de sexo o que ya me tiene harta tranquilidad, no lo sé. Quiero my house!! Todos me caen mal el día de hoy, así que váyanse a la chucha...

13 agosto, 2007

Sueño. Cagada de sueño en realidad. Aquí estoy en esta biblioteca paupérrima que gracias a Bill y Melinda Gates tiene internet (y gratis. De algo que sirvan los gringos de mierda). Acontecimientos: Su ya me abandonó y hoy si que comienzo la dieta. Anoche, mientras releía Rayuela (que nunca antes me ha parecido tan interesante, no sé que me pasa), se cortó la luz y me quedé ahí, en medio de esa oscuridad y de una terrible tormenta, sintiéndome a salvo, absolutamente segura bajo las frazadas de mi cama, a pesar que el mundo parecía desmoronarse allá afuera. Lo disfruté hasta que me venció el sueño, porque tenía la certeza de que esa sensación no la tengo muy amenudo. Qué más decir de mis días campestres? Que los rayos de sol que trajo mi amiga se fueron con ella y de nuevo esta lluvia que moja hasta el alma, que te empapa hasta las ideas, que no para nunca. Que definitivamente no puedo volver a acostumbrarme a la vida familiar y que extraño tanto volver a estar sola. Que cada vez me acuerdo menos de JJ y espero que eso signifique que cuando vuelva al Puerto no lo voy a necesitar o por lo menos no tan desesperadamente. Que de verdad es tortuoso esto del celibato, pero no quiero volver a tirarme a cualquier huevón una noche de Sala. Que me da un poco de miedo siquiera pensar tomarme una chela porque ahí presiento, a la vuelta de la esquina, el desespero, la angustia, las ganas locas de colocarme unas líneas. Que qué bueno sería tener mi posada en la vieja casa de mis abuelos para que no esté tan abandonada, tan olvidada, tan vieja, tan llena de cachureos, tan perdida en el tiempo, tan muda guardiana de los veranos de mi infancia y, mejor aún, de las tardes de mi adolescencia cuando, a falta de otros entretenimientos, comencé a fantasear con un mundo que ahora me dedico a descubrir.

09 agosto, 2007


Ya me estoy desesperando. Claro que no es la desesperación aterradora que me dio en noviembre pasado, cuando de tanta vida de puta nómade, ya estaba harta de no estar en mi casa y deseaba retomar mi vida cotidiana (vaya excentricidad). Esta desesperación es relativamente más pacífica, ejercito manejarla, no me ha sido tan cruel porque me han acompañado, pero por ahí florecen esas ganas de tomarme un trago, de drogarme (sobre todo eso), de bailar, de ver gente (sobre todo hombres), de volver a hablar las tonterías de siempre con mis amigos, de usar mi ropa y todas esas frivolidades, de ver a la Lulux, de salir con la Bucéfala, en fin, mis cosas. Pero no, se me ocurre "ahorrar" (entre comillas porque aunque me pese, cada minuto que pasa pierdo)y tomar este curso de conducir tan aburrido (pero necesario como todas las cosas aburridas), lo que significa que quedo amarrada a este pueblo fantasma hasta nuevo aviso, que vendría a ser algo así como fin de mes. Fastidio completo, a mi que me gusta tanto estar ajena a las responsabilidades, los horarios (sobre todo si eso implica levantarse al alba), toda esta mierda burocrática.Todo sea por el sueño de convertirme en conductora de retroescavadoras, fin para el cual aún me resta un largo trecho pero seamos optimistas y pensemos en este monótono cursillo como el comienzo de la senda del emprendimiento, miren que después, cuando sea una avesada conductora de estas maquinitas en Europe, me voy a comprar una y de ahí a tener una transnacional de retroescavadoras un paso...esto es sólo el comienzo.

Lo peor de todo, a parte de estos pies de mierda que tienden al congelamiento y del aliento del instructor, es que en este pueblo culiado no existen minos para coger. Sé que ya me he quejado al respecto, pero es que no se imaginan la verdad que hay en mis afirmaciones.Nothing, rien du tout. Y una que aún es joven (aunque eso, claro,depende de la perspectiva, para mi hermana soy lo suficientemente vieja) y caliente (sobretodo después de una desenfrenada jornada de sexo virtual con JJ), se anda cortando las venas. Pero en fin, resignación es la consigna, aunque la deteste, vamos a practicarla un poco. Machos porteños, afírmense los calzoncillos esta primavera, que esta mujerzuela va a por ustedes, coño...

07 agosto, 2007

Hace unos días estuvo de cumpleaños don Ángel, amor de mi vida. Solía recordarlo siempre, por demaciados años pensaba ese día en él con especial atención, pero ahora fue distinto, fue sólo anoche, mientras entraba en ese estado medio catatónico del antes de quedarme dormida, cuando recordé que ya estábamos en agosto, mes de gatos, aniversario de este chico venezolano. Qué ha cambiado? Lo primordial, ya no lo amo, desde hace casi un año que ya no lo amo y extraño amarlo, porque ahora si que siento que no siento nada. Empecé a darme cuenta que ese sentimiento abasallador que entró a mi vida el 18 de junio de 1998 por la tarde en París, Francia, se había ido cuando me encontré con un marsellés en las calles de La Paz, Bolivia, el primero de septiembre de 2006. Fueron similares circunstancias, encontrar a un extranjero en el extranjero (qué coincidencia...), vivir un tórrido romance, separarse sin querer y empesar a presentir que ya no amaba al Ángel, no porque alguien viniera a reemplazarlo, simplemente sentí que ese espacio quedó vacío, me cansé, pasó demaciado tiempo, para variar exageré. La confirmación de esa sospecha vinó tiempo después, cuando recibí un correo desde Houston, Texas, donde me contaba que su vida de intrépido reportero de un periódico petrolero marchaba sobre las ruedas de los altos precios del crudo y que pretendía casarse pronto. Ya todo estaba claro, ese puñal que antes me hubiese herido de muerte, como si recién entonces hubiese tenido que comprender que nunca más íbamos a estar juntos, ni ahora ni el 2018 como me lo escribió en Rayuela, ni nunca jamás (nous ne nous verrons plus sur terre, Guillaume mudo expectador de cuando me tocaba las tetas en su plaza, escondidos tras mi chaqueta fuera de estación porque para mi junio siempre será pleno invierno, manoseos que se volvían cada vez más explícitos y así teníamos que salir corriendo de esa lugar con palomas a su dapartamento en la rue Dareau, para besarnos como locos en el ascensor, con esos besos que nunca más he vuelto a sentir, para hacer el amor como locos en su cama, cosa que nunca más he vuelto a hacer), pero no, fué sólo una noticia, bien por ti muchacho, aunque no sabes lo que te espera, mira que no le recomiendo a nadie eso del matrimonio, mala experiencia, mejor ser libre como los jáparos, free like a bird, pero allá tu si quieres enyugarte de por vida.
Envidio tanto a quienes pregonan haberse enamorado no una, sino tres o cuatro veces. Y me detesto porque esas cosas no me pasan a mi como si el amor pudiese controlarse y aquí de nuevo Julio, si yo también tengo la certeza de que las Julietas o las Albertinas no se eligen. Entonces esperar, confiar en que algún día volveré a tener suerte.

01 agosto, 2007

A ver. Declaro que me encuentro en un momento de tranquilidad absoluta y con las patas más congeladas que la cresta. La verdad es que ni sé como escribir sobre esto. No hay sexo, no hay alcohol ni drogas, ni ningún tipo de lío, sólo yo y mi calma vida que no tenía idea de que me pudiera agradar tanto. He pensado! Aunque les parezca increíble. Tengo una visión clara de la dualidad que rige mi vida, y aunque esto no me sirva para resolver ningún problema, al menos es bastante alentador comprenderse a si mismo. Madurez? Ni cagando, sólo que un día tenía que entender ciertas cosas y ese día llegó, nada más que eso. Fue llegar una mañana, sola, y darme cuenta mientras caminaba por el camino que yo también era parte de esa ruralidad, que cuando estaba en el cole soñaba con tener una cuatro por cuatro y recorrer los cerros, hacerme una cabaña como de ermitaña, vivir como una. Tanto como soñaba irme a una gran ciudad y ser la Gran Puta, vivir en el desenfreno. Claro y podría hacerlo, vivir seis meses aquí y seis meses allá, ahora que todo está claro. Aún así me siento un poco confundida...