29 octubre, 2007
Después de una semana de locura el sábado ya no daba más, así que como Su partió de madrugada a la capital, yo preferí marcharme al campo. Tentativa de la proeza de una noche sin beber, y no una noche cualquiera, una noche en la que todos tus amigos deciden recordarte y te llaman a tu celular fuera de servicio y aunque no lo escuches, lo presientes, sabes que mañana tendrás muchas llamadas perdidas que ya no vale la pena devolver, porque ya no es sábado por la noche. Estaba tan cansada que pasé casi un día entero entre las sábanas de la cama de mi abuela y TV5 (para tratar de entender la vida desde la perspectiva del primer mundo supongo, aunque para A. el primer mundo seamos nosotros). Y preguntándome el porqué de ese cansancio, entonces como ilusiones, como sueños, como cosas que le pasaron a alguien que no era yo, empiezo a recordar mi semana que de tanto sacarle y dar jugo, parece un mes. Días de borracheras, decepciones, cocaína y reencuentros. Recuerdo con especial asco el martes, día en que decidí definitivamente rendirme, pero como Fortuna al parecer no quiere que me de por vencida, el jueves regresé a casa con mi mejor amiga y unas ganas locas de pasarlo bien. Después de un energy drink que de verdad de drink no tenía nada, listas para partir, se nos sumaron los demás integrantes del hogar y como hace mucho tiempo no lo hacíamos (desde que llegó el invierno con la puta Bruja Blanca), Cochrane 87 partió en pleno a beber. Una mesa en Pajarito cinco bières, el blablablá de una familia que se vuelve a reunir, hasta que llama la hija de puta esta, le caga toda la onda al tontón de mi hermano y mejor nos vamos a la Sala. Una vez ahí no estoy segura si la fila era muy larga o yo estaba muy prendida pero la espera se me hizo eterna (además que detesto hacer filas, es una de las pocas cosas que me siguen dando pudor). Cuando definitivamente entramos, al baño a prenderse más aún, yo y mi descontrol. Vodka tónica, bailar un rato que creo fue corto, ir a buscar al chico lindo de la puerta para invitarle algo, perderse en un rincón muy oscuro, tirarse unas líneas, tirarse unos besos. Y supongo que eso no era felicidad. Baño de nuevo, me entero por Ale Zárate que alguien me andaba buscando, era la Su para decirme que A. había llegado, eso me lo dijo la Eva. Ya, a ver CC, qué mierda vas a hacer. En teoría no quieres verlo después de lo del martes, cuando le dijiste que era un hijo de puta entre otras cosas que prefieres no recordar. A la mierda la teoría, la verdad es que quieres verlo, hablar con él, aunque no te de besos (además ya te los dieron). Entonces: te quedan seiscientos pesos, cigarros, falopa. ¿Que vas a hacer?Una cerveza, preguntarle si estaba enojado contigo por el jugo que le diste el otro día y como la respuesta fue no, si yo no puedo enojarme contigo, entonces tú, mira lo que tengo aquíi, ¿vamos? claro y te lo llevas para el mismo lugar donde estuviste hace trece minutos con el chico de la puerta. Terminan bailado, ni se imaginan lo encantadora que puedo llegar a ser con droga para compartir, la verdad es que me merezco los besos que me dan. Bailando con A.!!!!Tal vez esto si era la felicidad. Cuando la Sala terminó y yo me di cuenta que quería seguir con él y su olor más campesino aún que el de su amigo JJ, mis amigos se hartaron de esperarme, me dieron las llaves y me dejaron a merced de ese lobo porque ya saben que es más bien oveja. Y como seguía quedando noche y ganas de hueviar (como no,si a la salida dimos cuenta de lo poco que quedaba), no así dinero, nos fuimos a mi casa a buscar algo para hacer un trueque donde Lucho, un clásico. Prefiero reservarme lo que sucedió luego, lo que recuerdo que sucedió luego en realidad. Y esa mañana más tarde tenía que trabajar y llegué donde Leo con la misma pinta ochentera que la víspera, sin haber siquiera cerrado un ojo, ebria pero puntual. Leo, al verme en esas condiciones y haciendo gala de una benovolencia que al parecer tiene sólo conmigo, me mandó a la ducha en vez de mandarme a la misma mierda. Con tohalla, champú y un enjuague bucal que hedía más que mi aliento tuve que subir muy a mi pesar a hecharme un agua. No quería porque tenía su olor en mis manos y no quería sacármelo, pero aún luego de esa ducha exorcista lo siento y no se me va a olvidar nunca. Como pueden imaginar pasé todo el día dándome cabezasos contra el monitor. Eso hasta que apareció JJ en el ciberespacio para escribirme cochinadas y mostrarme su calentura vía webcam. Nuestra relación está tan en decadencia (o como diría M. Boubet "le declin des amants") que lo mejor que podemos hacer es tener sexo virtual y esto no es sólo teoría, porque esa tarde, supongo que de puro caliente que quedó (puedo ser realmente perversa en esas circunstancias), tuvimos nuestra cacha express de cada dos semanas. Definitivamente eso no era la felicidad. Y yo queriéndo decirle socio, me gusta este otro, mi vestido brillante de anoche huele a él, yo misma olía a él hasta antes de esa ducha, nos besamos donde Lucho, nos tocamos despacio, tomamos cerveza, nos reimos a carcajadas solapadas porque la barwoman parapléjica (que de verdad se llama Rosa y tiene 75 años que por lo menos en la piel no se le notan) y Lucho Sucucho, estaban con los nervios de punta porque andaban los putos pacos rondando su bendito after, y nos dijimos cosas que podrían ser hasta confesiones, tomamos cafés en la mañana en mi casa, nos seguimos riendo porque usó los sostenes de la Eva (que ahora ella lavará con cloro) como si fuerean esas cosas que usa la gente para ponerse en los ojos para dormir y yo no sé como se llaman. Y no le dije nada de eso.
24 octubre, 2007

Sexo anal. Al parecer el asunto (detesto "tema" o "cuento") está en voga. He recibido correos, escuchado historias, intercambiado ideas al respecto, entonces se me ocurrió agregarle a mi bolso de vagabunda, el pomo de Feels que compré cuando estaba pre-menopáusica, como para no perder cualquier oportunidad que se presente de prestar el poto (en realidad últimamente no he tenido la oportunidad de prestar nada, como que perdí todo mi Ki -ki de dragon ball no ki de ki-, esto de ya no ser más una barista ha sido un verdadero atentado contra mi sex appeal, ahora que lo pienso de eso se trataba, coquetearme para que les diera copetes más cabezones, miren que soy caída del catre-ojalá me hubiese caído de algún catre en el último tiempo, como con aquel miembro de la CEE hace ya tantas lunas). A JJ (a veces me dan tantas ganas de decir su puto nombre y apellido, dirección, número de pasaporte, descripción física y psicológica, el nombre del lugar donde eventualmente trabaja y funarlo no más, si a estas alturas que más da) no se lo suelto ni cagando (que palabra más apropiada) porque me viene hueviando desde esa vez en la escalera hace como un año y medio y ya me tiene harta con su "cualquiera de estos días te lo meto por el culo", qué se cree con tanta amenaza y poca acción, ya debería haberme violado hace rato. ¿Entonces a quién? (¿son capaces de comprender la complejidad de mis cuestionamientos?) P. I. como diría mi padre (también le gusta abreviar: Pico Idea) (que horrible, me vino como un flash back de las estupideces que estuve hablando anoche. Definitivamente tengo que dejar la bebida). ¿A cualquier estibador con un overol azul y manchado que pase por mi portal? Podría esperarlo agazapada, envuelta en alguna chaqueta de exhibicionista y si me gusta, le muestro un poco mis cicatrices y si me sigue, subo los cuatro pisos delante de él mostrándole cada vez un poco más hasta que llegamos a mi cuarto y me despojo de la chaqueta, sólo me quedan mis calzones favoritos y este estibador ni siquiera me los saca, como tampoco se saca su sucio overol azul, los corre mientras me inmoviliza contra la pared y me encula y yo ni me acordé del Feels. ¿O tal vez quedándome ahí mismo en mis dominios podría conseguir a un ex presidiario o actual prófugo de la justicia con una lágrima tatuada en la mejilla?Con él esperaría la oscuridad de la noche para encontrarlo en una escalera estrecha del cerro Cordillera y pretendiendo querer comprar un mono le ofrecería mi propia mercancía. Él permanece ahí, sentado en esa escalera, estira su brazo también tatuado para atraparme en mis peldaños más abajo, tiene fuerza y en un segundo me sube la falda (esta vez no llevo calzones) y comienza a chuparme despacio, eres dulce -me dice- si, lo soy (de verdad lo soy). Luego de pasearse con su lengua por todas mis cavidades me da vuelta y me sienta sobre él y su gran verga. Este antisocial me gusta más que el estibador. Mijita, acuérdece de su mono-me dice antes que empiece a bajar la escalera-se lo regalo- me lo ofrece con una sonrisa a medias. Lo acepto, seguro que hasta me lo fumo cuando vuelva a casa. Tampoco ahora me acordé del Feels. Al parecer esto de leer al más anónimo Guillaume A. me ha trastornado un poco, de todas formas ya no me queda más imaginación para pensar grados cuatro con marginales en el barrio Puerto. Si, es verdad, me gustan los marginales, hombres que huelan a hombre, no a ck ones o a polos sports, hombres que no se quejan de nada, hombres. A cualquiera de ellos les presto el culo uno de estos días.
23 octubre, 2007
Después de una noche de farra con Su, de pasearnos por cuatro bares, de terminar en lo de Lucho y de desayunar dos cafes cada uno con A. en mi casa y nada más, se me pasó la pena. La Eva dice que soy la persona más confomista del mundo, pero sólo mirarlo, estar con él, reírnos cuando nos acordamos al mismo tiempo de un pasaje de Bolaño, tratar de entenderlo y que él diga que entiende todo lo que me pasa, ver sus manos, sólo eso y acostarme felix. De hecho, soy la persona más conformista del mundo y me importa una raja. Ningún otro acontecimiento, de verdad espero que esta semana sea más tranquila pero trascendental y que el sueño de la Modelo no sea premonitorio, sino tendría que ser la anfitriona de una orgía en un castillo medieval de mi propiedad donde A. se dedique a sacar fotos a los invitados. Falta un poco para eso.
17 octubre, 2007
Puedo pasar cuatro o cinco noches sin beber una gota de alcohol. Las tres primeras sin desespero, la cuarta con una leve angustia y la última ya me tomaría hasta una colonia inglesa. Eso quiere decir que no puedo pasar una semana sin tomar. Eso quiere decir que soy una alcohólica. Eso es un poco contradictorio porque anoche descubrí que no me gusta al trago, lo que me gusta es ESTAR ebria. Eso quiere decir que me agrado más así, pero sobre todo, me gusta ver el mundo desde esa perspectiva etílica. Eso quiere decir que estoy en problemas. No sólo sufre mi pobre body, ya un poco a maltraer después de 27 años habitando el planeta, sino que además ando puro molestando a mi entorno. Anoche, por ejemplo, desperté a la inocente Eva Boy como a las cuatro para aseguararle que a pesar de haberme agarrado a besos con una mina en el baño del Pagano yo no era una vil lesbiana. Como me tienen paciencia mis amigos. Barb la pierde un poco y me pregunta que qué mierda pretendo mandándome una cagada tras otra. Devota dice que me defina que no puedo vivir en la ambigüedad. Ale Zárate dice que por algo lo hice. Su me prohibió hablar de esto en público (eso incluido este blog, off course). Jose estaría felix. Yo no sé que pensar. ¿Me gustan las minas? No, no puedo siquiera imaginarme lamiendo coños, además ya tengo demasiados conflictos internos como para agregarle un replanteamiendo sexual. Para más cagarla no me funcionó mi plan de contingencia anti vómito, así que desperté en un charco de mis propios residuos estomacales (puro alcohol) y mi siempre sufriente teta izquierda (aquella marxista leninista y satánica) con un rasguño horrible que ni siquiera puedo atribuir a Lulux porque anoche alojó en una lujosa clínica veterinaria a la espera de ser esterilizada. La media volada, todo por irme a paganear y tomar un V.T. endemoniado (si, uno sólo). No cacho nada. Me voy a meditar al closet un rato, ahí les cuento.
16 octubre, 2007
Entre mis muchos ires y venires este ha sido el más amargo. ¿Cómo saber que decir ante una pena tan grande? Yo que me jacto de verbalizarlo todo me quedé muda, sin saber siquiera si el ir, si el estar, valía la pena, ayudaba en algo, calmaba un poco ese dolor en el pecho. Tampoco sé si corresponde hablar de esto aquí, pero ¿cómo pasarlo por alto?.
En nuestro pueblo chico todos nos conocemos. Fuimos al mismo colegio, terminamos siendo amigos de los amigos de los amigos, nuestros hermanos son amigos, nuestras madres se topan en el supermercado. Y también por eso estos momentos duros nos tocan a todos. Así todos entendimos que la dignidad era otra cosa (no algo que se guarda entre las piernas como muchos me quisieron hacer creer), sino esa entereza, ese ser capás de estar de pie aunque por dentro estemos en el suelo, esa valentía. Y así, seguramente todos nos volveremos a encontrar un día de invierno aunque sea primavera al final de la calle Prat.
13 octubre, 2007
08 octubre, 2007

J'ai cueilli ce brin de bruyère
L'automne est morte souviens-t'en
Nous ne nous verrons plus sur terre
Odeur du temps
Brin de bruyère
Et souviens-toi que je t'attends
El Adiós
Yo he cogido esta brizna de brezo
El otoño ha muerto, recuérdalo
No nos volveremos a ver
Olor del tiempo
Brizna de brezo
Y recuerda que yo te espero.
05 octubre, 2007
Carnaval de los mil tambores en el puerto de Valparaíso. Cagada apocalíptica, antesala de los Culturales. Entre carnaval y carnaval el tiempo se pasa volando. Ya casi se me fue el año, como otros, como aquel que con Camila Andrea bailamos por kilómetros al son de los Hare Krishna, locas poseídas por el ritmo, aunque claro, esto es una mentira , sólo estábamos ahí porque era una tropa de hombres, con túnicas pero hombres, bellos vestidos de naranjo y con sus cabezas rapadas y eso era lo que buscábamos, hombres. Luego, cansadas y como recompensa a nuestro infatigable baile, los muchachos nos invitaron a su templo. Si hubiésemos sabido lo del celibato, seguro que ni lo intentamos, pero nos tentaron con especialidades vegetarianas hechas en casa. Por supuesto que trataron de convencernos de volver, pero al llegar allá y ver a esas mujeres con sus hijos (que por supuesto no vimos bailando en la calle) sirviéndonos la comida, se nos quitó todo el entusiasmo, al final (mi palabra favorita según A.) terminamos haciéndonos miristas, militantes encapuchadas de ultra izquierda a quienes no les gustaba nada, fue ahí donde encontramos a los hombres. La Camila definitivamente (flamantes padres de Violeto), yo sigo buscando, dejé la militancia pero sigue sin gustarme nada (salvo algunos amigos, mi gata, algunos libros, alguna música, el copete y la falopa). ¿Qué año habrá sido eso? ¿2000?¿2001?Parece mucho tiempo, ¿es mucho tiempo? Toda mi vida está llena de personajes nuevos o de aquella época que jamás imaginé que tendrían algo que ver en mi historia. Camila ¿te acuerdas del rico que se transformó en feo? Ahora aquí se llama Alfred y no te conté que me gustaba la última vez que nos vimos porque me dió vergüenza. Ya no,está claro, pero no sé si sería capás de confesártelo frente a frente. Hemos cambiado tanto, definitivamente ha pasado mucho tiempo. Éramos tan jóvenes, tan libres por primera vez, todavía nos quedaba inocencia y buscábamos, además de hombres, un motivo, algo que nos movilizara, una causa o una ruta y por eso nos paseamos desde el fanatismo religioso hasta el SOV (Sindicato de Oficios Varios, ¿alguien puede explicarme que significa eso?), de noches de vino navegado en la Cacha del Terror hasta reuniones eternas donde Boris además de darnos un curso expres de marxismo-leninismo, nos ponía al día de todo el acontecer tanto público como privado de los famosillos de universidad (que deben haber sido tres o cuatro). Y creíamos Camila, ¿o sólo queríamos creeer? Luego a mi me dió por ponerme sistémica, a los miristas les dió por procrear en masa, luego me volví anti anti más que nunca y aquí estamos, tanta vida después, porque seis o siete años a nuestra edad continúa siendo mucho tiempo, después ya tal vez no, cuando tengamos cuarenta y tantos y recordar una tarde de cerveza en el Roma sea casi imposible.
02 octubre, 2007
La Su dice que tengo que editarle la ortografía a este blog, pero al parecer he escrito demasiado y la verdad es que me da lata, así que pondré más cuidado de ahora en adelante querida amiga (vamos a consultar el DRAE). Con lo que también la vamos a cortar es con esta obsesión que me dió con este tipo, como musho, así que no voy a decir que quiero puro verlo. En la edición del día de hoy sólo comentaremos que según algunos de los lectores estas páginas tienen cierto aire de rabia y amargura. ¿Es cierto? ¿Me invaden esos sentimientos sin siquiera darme cuenta?¿Será por eso que me encanta el Ki, el bolero más cincuentón, el tango más sufrido y toda esa música para cortarse las venas?¿Seré esa persona desconocida, atormentada detrás de una máscara de risas y puro hueveo?¿Me tomo las cosas más en serio de lo que pienso? No tengo ninguna respuesta. Supongo que también soy todo eso.