En fin. Heme aquí autocastigada porque sigo comportándome como una estúpida. Pero no fue mi culpa. Fue una botella de V y dos de T y ya desperté luego de eso con mi vecino y una caña infernal. Que mierda, yo que pensaba, yo que creía que ya había superado esa etapa de mi puta vida de despertar con desconocidos, pero no, la linda se toma unos cuantos tragos (siempre más de los presupuestados y termina calzoneándose a cualquiera, indiscriminadamente. No puedo ser tan ramera. O si, de hecho. Pero como estoy en esta etapa de intospección pude sacar ciertas conclusiones de mi vil comportamiento:
1.-Detesto el sexo casual. Aunque no lo paresca, que horrible sensación esa de despertar con alguien que no sabes como se llama, ni que edad tiene, ni su tendencia política, ni ninguno de los puntos del cuestionario que según Pati modelo son preguntas ineludibles si dejas que alguien te lo meta (aunque sea la puntita). Osea que podría despertar con la reencarnación de Jaime Guzmán una de estas mañanas de mi vida y no me daría ni cuenta, de pura puta, de pura caliente, soy un asco.
2.- Debo aprender a respetar a la gente que vive conmigo. La pobre Su no pudo ni dormir de lo escandalosa que soy (lo soy normalmente, no quiero ni imaginar en ese deplorable estado). Además, ashi, como guinda de esta torta que mejor llamaremos pastel, le perdí un vaso (seguro que dejé un VT olvidado por ahí), soy insufrible.
Así que aquí estoy, como el perro del Chavo, arrepentida, con la mirada tan tierna (já), con el hocico partido (de tanto chupar) y la cola (donde antes estuvo otra cosa) entre las piernas.
1.-Detesto el sexo casual. Aunque no lo paresca, que horrible sensación esa de despertar con alguien que no sabes como se llama, ni que edad tiene, ni su tendencia política, ni ninguno de los puntos del cuestionario que según Pati modelo son preguntas ineludibles si dejas que alguien te lo meta (aunque sea la puntita). Osea que podría despertar con la reencarnación de Jaime Guzmán una de estas mañanas de mi vida y no me daría ni cuenta, de pura puta, de pura caliente, soy un asco.
2.- Debo aprender a respetar a la gente que vive conmigo. La pobre Su no pudo ni dormir de lo escandalosa que soy (lo soy normalmente, no quiero ni imaginar en ese deplorable estado). Además, ashi, como guinda de esta torta que mejor llamaremos pastel, le perdí un vaso (seguro que dejé un VT olvidado por ahí), soy insufrible.
Así que aquí estoy, como el perro del Chavo, arrepentida, con la mirada tan tierna (já), con el hocico partido (de tanto chupar) y la cola (donde antes estuvo otra cosa) entre las piernas.