26 mayo, 2008

En fin. Heme aquí autocastigada porque sigo comportándome como una estúpida. Pero no fue mi culpa. Fue una botella de V y dos de T y ya desperté luego de eso con mi vecino y una caña infernal. Que mierda, yo que pensaba, yo que creía que ya había superado esa etapa de mi puta vida de despertar con desconocidos, pero no, la linda se toma unos cuantos tragos (siempre más de los presupuestados y termina calzoneándose a cualquiera, indiscriminadamente. No puedo ser tan ramera. O si, de hecho. Pero como estoy en esta etapa de intospección pude sacar ciertas conclusiones de mi vil comportamiento:
1.-Detesto el sexo casual. Aunque no lo paresca, que horrible sensación esa de despertar con alguien que no sabes como se llama, ni que edad tiene, ni su tendencia política, ni ninguno de los puntos del cuestionario que según Pati modelo son preguntas ineludibles si dejas que alguien te lo meta (aunque sea la puntita). Osea que podría despertar con la reencarnación de Jaime Guzmán una de estas mañanas de mi vida y no me daría ni cuenta, de pura puta, de pura caliente, soy un asco.
2.- Debo aprender a respetar a la gente que vive conmigo. La pobre Su no pudo ni dormir de lo escandalosa que soy (lo soy normalmente, no quiero ni imaginar en ese deplorable estado). Además, ashi, como guinda de esta torta que mejor llamaremos pastel, le perdí un vaso (seguro que dejé un VT olvidado por ahí), soy insufrible.

Así que aquí estoy, como el perro del Chavo, arrepentida, con la mirada tan tierna (já), con el hocico partido (de tanto chupar) y la cola (donde antes estuvo otra cosa) entre las piernas.

14 mayo, 2008

Nuevamente a la soltería militante. Porque una cosa es ser soltera, otra decir que te gusta ser soltera y una tercera y muy distinta que eso sea verdad o absolutamente verdad aunque no pretendo entramparme aquí en eso de la verdad absoluta, concepto que no comparto y de lo que tratará mi próxima novela. Bref, me encontraba yo en esa eterna contradicción del ser soltera, estar lo suficientemente conforme con aquello pero al encontrarme en el camino hombres levemente un poquito especiales como A, por ejemplo, se me quitaban al touch las ganas de ser seguir siéndolo, el discurso de la libertad y del libertinaje se me iba a la mesma mielda y ya me veía pasando el crudo invierno acostadita, bien pilucha y húmeda un domingo por la tarde viendo la cultura entretenida de TVN y comiendo Sanhe Nuss (calorías que de verdad poco importarían porque serían salvajemante asesinadas con una buena cacha). Que asco. Y yo y mi mente enferma fantaseando con que la felicidad era eso. La verdad es que ya poco me importa si me hecharon una maldición, si el puto amor no existe o existió only once, me cago en el amor como dice la sabia canción. Mejor pensar en cosas más productivas como películas, libros y amigos. ¿Parece simple? Pues no, la vida es más compleja de lo que parece como dijo alguien por ahí que no recuerdo pero veré a fin de mex (bueno, también la musica, el sempiterno VT, algunos cigarrillos, muchos menos que antes). La verdad no sé que mierda me acontese, como que de pronto me di cuenta que era una pendeja tan pendeja, que estaba tan equivocada, que lo había estado siempre (y no me refiero al desenfreno en el que vivía, no podría arrepentirme de eso). De pronto, en ese inside, me vi clarito, mirada desde afuera, tan tonta, tan banal, tan pensando puras tonteras (tonteros en este caso). Así que heme aquí, con todas esas conclusiones, pensando que hacer con ellas aunque claro que lo tengo claro, el problem es como hacerlo, como crecer, dar el gran salto de los veintisiete que eran como diesisiete a los veintiocho que espero que correspondan (aunque me corté el pelo como pokemona-no por gusto, obvio, sino que con los peluqueros me pasa lo mismo que con los hombres: siempre me equivoco-,me visto con ropa que me regala mi hermana-que ni ella usa a sus doce-y en general me comporto como de diex). No pretendo convertirme en una vieja culiada (bueno, culiada si, quitemos lo de vieja), sólo me di cuenta que encontrar ese equilibrio que siempre anduve buscando (aunque no lo parezca) no era tan difícil. Había que mirar un poco adentro.
(PS:Veamos si pienso lo mismo una noche de Brit Pop en el Puerto con media botella en el esófago y unos gramos en el tabique. No me cuesta nada imaginar la cara de reproche de Chopi, mi hermano, que me quiere mucho más ahora que soy una perdida que cuando era una hayada, aunque me ponga cara de reproche pero me dice que me veo linda y les juro que no hay mejor piropo de un hombre que te quiere por obligación y te desprecia por vocación, cuando no tiene porqué de decirtelo porque lo une a ti un vínculo sanguíneo, cuando es el chico más guapo de la comarca)

08 mayo, 2008

Bueno, supongo que tengo que justificarme. Soy una maraquita floja (en realidad a estas alturas ya ni para maraquita me da), como el tiempo que siempre es poco para mi en la ciudad lo es más aún y no puedo decir que haga otra cosa porque es falso de falsedad absoluta (salvo porque me ha dado una friebre consumista sin precedentes), no se que mierda hago con mi vida, pero este alejamiento de la blogósfera también tiene que ver con otras cosas.
1.- Hace unas semanas cuando me dirigía a este asqueroso lugar fui testigo del femicidio Nº 24. Justo antes de entrar pasa una pareja al lado mío, discutiendo, nada nuevo en al fauna chilena tan dada al escándalo callejero,con la pequeña diferencia que trece pasos más allá el muy hijo de puta le pega cuatro tiros a quemarropa a la pobre huevona. Ahí quedó, moribunda. Ahí la ví, moribunda y yo que nada se de medicina ni nada de nada, vi la muerte en su cara. Claramente quedé un poco trastocada, no salí ese sábado por la noche pero no fui capás entonces ni ahora de empatizar con el sufrimiento ajeno (la verdad es que la tragedia de Chaitén me tiene sin cuidado, más bien me aburre tanto espacio ganado al fútbol en el noticiario central), por lo menos no con ese, soy una insensible de mierda o son otras cosas las que me desarman. Bueno, desde entonces estoy menos tiempo en internet.
2.- El poco tiempo que le dedico a la red me lo he pasado en facebook, donde he tratado de psicopatear a antiguos amantes pero ya me di por vencida, en realidad prefiero que no me guste nadie, ni siquiera en recuerdos, aunque no puedo negar que me he mamado todas las marchas para ver si encuentro a ese compañero anarco-comunista que tanto me gustó una vez, trato de prestarle un poco de ayuda a Fortuna para que me lo ponga en el camino.