14 mayo, 2008

Nuevamente a la soltería militante. Porque una cosa es ser soltera, otra decir que te gusta ser soltera y una tercera y muy distinta que eso sea verdad o absolutamente verdad aunque no pretendo entramparme aquí en eso de la verdad absoluta, concepto que no comparto y de lo que tratará mi próxima novela. Bref, me encontraba yo en esa eterna contradicción del ser soltera, estar lo suficientemente conforme con aquello pero al encontrarme en el camino hombres levemente un poquito especiales como A, por ejemplo, se me quitaban al touch las ganas de ser seguir siéndolo, el discurso de la libertad y del libertinaje se me iba a la mesma mielda y ya me veía pasando el crudo invierno acostadita, bien pilucha y húmeda un domingo por la tarde viendo la cultura entretenida de TVN y comiendo Sanhe Nuss (calorías que de verdad poco importarían porque serían salvajemante asesinadas con una buena cacha). Que asco. Y yo y mi mente enferma fantaseando con que la felicidad era eso. La verdad es que ya poco me importa si me hecharon una maldición, si el puto amor no existe o existió only once, me cago en el amor como dice la sabia canción. Mejor pensar en cosas más productivas como películas, libros y amigos. ¿Parece simple? Pues no, la vida es más compleja de lo que parece como dijo alguien por ahí que no recuerdo pero veré a fin de mex (bueno, también la musica, el sempiterno VT, algunos cigarrillos, muchos menos que antes). La verdad no sé que mierda me acontese, como que de pronto me di cuenta que era una pendeja tan pendeja, que estaba tan equivocada, que lo había estado siempre (y no me refiero al desenfreno en el que vivía, no podría arrepentirme de eso). De pronto, en ese inside, me vi clarito, mirada desde afuera, tan tonta, tan banal, tan pensando puras tonteras (tonteros en este caso). Así que heme aquí, con todas esas conclusiones, pensando que hacer con ellas aunque claro que lo tengo claro, el problem es como hacerlo, como crecer, dar el gran salto de los veintisiete que eran como diesisiete a los veintiocho que espero que correspondan (aunque me corté el pelo como pokemona-no por gusto, obvio, sino que con los peluqueros me pasa lo mismo que con los hombres: siempre me equivoco-,me visto con ropa que me regala mi hermana-que ni ella usa a sus doce-y en general me comporto como de diex). No pretendo convertirme en una vieja culiada (bueno, culiada si, quitemos lo de vieja), sólo me di cuenta que encontrar ese equilibrio que siempre anduve buscando (aunque no lo parezca) no era tan difícil. Había que mirar un poco adentro.
(PS:Veamos si pienso lo mismo una noche de Brit Pop en el Puerto con media botella en el esófago y unos gramos en el tabique. No me cuesta nada imaginar la cara de reproche de Chopi, mi hermano, que me quiere mucho más ahora que soy una perdida que cuando era una hayada, aunque me ponga cara de reproche pero me dice que me veo linda y les juro que no hay mejor piropo de un hombre que te quiere por obligación y te desprecia por vocación, cuando no tiene porqué de decirtelo porque lo une a ti un vínculo sanguíneo, cuando es el chico más guapo de la comarca)

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

este post lo escribiste el día de tu cumpleaños?
te esperé en el mío..a ver si nos tomamos algo cuando vengas al puerto.
saludos
eli

9:54 a.m.  

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