23 noviembre, 2007


La Chini (mi abuela materna) dice que yo lo quiero todo. Y es verdad, por eso ahora que temo perder pan y pedazo estoy tan angustiada. El asunto es que después de insistir e insistir con A., ese avanzar un paso y retroceder tres ya me tenía cansada, así que a pesar de la tristeza de mis amigas que ya lo habían aceptado única y exclusivamente porque hacía tiempo que no me veían tan feliz, decidí dejar de jotearlo forever, entonces cuando me veía en la calle y emitía unos gritos de valquiria postmoderna, yo lo miraba con cara de "huevón trastornado", aunque en mi interior sólo quería ir a darle un tremendo beso en la boca. Por otra parte, esa especie de indolencia que me había dado por JJ, se me desapareció el jueves pasado cuando sorprendentemente tocó mi timbre cuando me encontraba en medio de una ducha fría post Bucéfala, y para qué voy a entrar en detalles, el asunto es que volví a caer en su inmunda telaraña (tan rico el hijo de puta). Y por acá en Cumming al parecer recuperé mis poderes de seducción porque un muchacho al que venía mirando con cara de degenerada (para varear) hace tiempo, me metió conversa una tarde mientras tomaba el sol (si Barbarella, la verdad es que no todo el mundo tiene la suerte de tener un trabajo como el mío, la que puede puede) preguntándome sobre el concierto de Serrat y Sabina. Bref, todo eso derivó en que anoche en una conjunción lunar tal vez nefasta, pasara este muchacho bello (según yo, claro. Mi jefe cree que no es más que una versión aseada de JJ) a invitarme a beber algo después de la pega (él ya estaba medio ebrio porque pasó a la inaugura de la galería-librería del frente, una huevada rebuscada al máximo donde andaba la crema y nata de la artistocidad de Cacumming, pura mierda). Luego de unos desencuentros (donde en el camino divisé a A. subiendo y bajando y le hice la tremenda forty five y la Ale me advirtió, refiriendose a él por supuesto, que tuviera cuidado con los papeles cagados), terminamos bebiendo. Allí estaba JJ y su novia y otros dos que conocí en la residencia de A. hace unas semanas y en ese mismo instante el mundo comenzó a desmoronarse para mi. El rollo es el siguiente: estoy casi segura que dada esta cualidad tan típica del chileno medio de andar hablando del resto, estos jóvenes le dijeron a JJ y/o a su novia que para el caso vendría a ser lo mismo, que me habían visto en ese antro con A. y que ahora andaba con este otro, la huevona maraca seguramente comentaron. Entonces JJ va a saber que me tiré con este otro y ahora si que no me visita más...pánico.
Pero como no todo es sufrimiento y dolor en mi vida, la nota cómica la puso este muchacho ebrio de anoche (que se llama como uno de mis brothers) cuando me contó que una vez le había pegado un combo a JJ y que luego había preferido pedirle disculpas (rones pelacables, algunas sabrán lo que provocan). Por mi parte hace un tiempo había escuchado la versión de JJ de tales acontecimientos...muy divertido. Aunque lo más divertido en realidad vino después, cuando yo también estaba un poco ebria, admirando la bahía desde el mirador Atkinson, y nos atacó un desenfreno de besos y corridas de mano sin precedentes, tanto así que en un momento de locura máxima, encontrábame sobre una barandilla y casi caigo a un precipicio, lo que no hubiese dejado de ser también divertido por lo que escribí ayer sobre las cosas que quiero llevar a cabo antes de morir, jajajá. Luego nos fuimos a mi casa y follamos de una manera desaforada, estos jóvenes y su sempiterna energía. Tengo la boca hinchada de tanto besar y la entrepierna adolorida...

22 noviembre, 2007

Así sin querer hay gente que te salva la vida. Puedo estar exagerando (como siempre), pero encontrábame sin saber que mierda escribir, cuando Marta López, uno de esos pocos milagros que he encontrado en la blogósfera (si desconfían de mi, como seguramente lo harán, dense una vuelta por Relativamente, lugar de relatos maravillosos y conste que soy una lectora exigente) me pasó esta idea: escribir ocho cosas que deseo llevar a cabo antes de morir. Ahí vamos:

1.-Lo que más me gustaría (aparte de no morirme nunca, por supuesto) es volver a ver al Ángel. Encontrármelo en alguna feria de poesía en una Caracas bolivariana y que ya no sea tan facho (su único defecto). Besarlo en la boca y contarle cómo y por cuanto tiempo lamenté no haberle sido imprescindible, que los condones que tanto nos costó conseguir un domingo en París con todas las farmacias cerradas y dispensadores inservibles que pateamos de puro calientes que estábamos servían para cualquier cosa menos para el corazón, que lo amé tanto y tan desesperadamente que ya nadie nunca me ha hecho sentir igual.
2.-Dejar esta autoreferencia que me tiene loca y por fin dedicarme a escribir algo que de verdad valga la pena, algo para que no me olviden, para que todo no sea sólo este pasar sin sentido.
3.-Dejar de ser una ofrecida. Mirar a un hombre que me guste a la cara y aunque me muera de deseo poder decirle que no (que estupidez, pero en fin).
4.-Tomar mi mochila un día, unas cuantas pertenencias y partir de viaje hasta que me canse. Perderme una noche en los Cárpatos, ver a una zebra en vivo, en directo y en su hábitat natural, nadar en una playa griega y ser como los marineros, tener un amante en cada puerto.
5.- Volver a creer (No, no creo en mi.¡En todos los maniconios hay locos perdidos con tantas convicciones! Yo, que no tengo ninguna convicción, ¿soy más convincente o menos convincente?
6.-Tirar con A.G. (si es que no muere antes que yo).
7.-Tener a Octavio.
8.- Finalmente hacer una gran fiesta estival con todos los buenos amigos que he encontrado en la vida en el lago Lanalhue para que vean que no les miento cuando les digo que es un lugar maravilloso. Con mucha falopa, vodka tónica, ron y vino para los que gusten (bueno, si alguien quiere pisco también lo admito), música generacional, mis hermanos, los de sangre y los otros. Gran despedida para esto que llamé vivir.

16 noviembre, 2007

Rebrote de esta tuberculosis de mierda. Ataques de tox, mi madre y mi abuela que me putean vía telefónica porque ellas piensan que me enfermo por irresponsable no más, como si me lo anduviera buscando y no entienden que lo que menos quiero es estar así de tísica porque no puedo salir con la Buce, ni saltar la cuerda, ni ir a la San Mateo y con cueva puedo dormir porque ojalá todo cambiara con pensar seriamente en dejar de fumar con esta tos que me entra la lavantarme. Hoy si que no fumo, porque no me entra el humo, siento que me ahogo, como si respirara agua, como cuando fui a parar al hospital de Cañete con un cuasi paro respiratorio después de haber comido docenas de cholgas con limón por última vez en mi vida. Subo Cumming a paso de tortuga, me siento frente a este monitor con ganas de morir. Yo sé que mi cajetilla de lunes a jueves y las dos o tres de los viernes y los sábados (está claro que en el día del señor no fumo, que se han figurado)pueden influir en este deplorable estado de salud en el que me encuentro, pero no es que quiera dejar de fumar, quiero tener ganas que me den ganas de dejar de fumar. Nunca he querido dejarlo. Una vez, luego de una enfermedad invernal que me tuvo varios días tumbada en la cama con un delirio del terror y nadie que me llevara sopitas de pollo ni tohallas húmedas, lo pensé un segundo, pero finalmente a la mierda con todo y comencé a fumar más que nunca.No sé en que momento dejaron de ser cinco o seis cigarrillos diarios para transformarse en este atentado contra mi salud y a mi bolsillo, pero aún así no puedo imaginar mi vida sin mis puchos y eso que hace un tiempo puse fin a ritos absurdos como el del desayuno o el de la cama antes de dormir, lo que tampoco quiere decir que fume menos. Como tantas cosas en mi vida que tengo que cambiar debería empezar a torturarme viendo imágenes de cánceres pulmonares, de esa operación que tiene don Miguel o cosas por el estilo, aunque estoy segura que esas cosas no me harían dejar de fumar, seguro que para eso tendrían que cortarme las manos, el pie izquierdo y cocerme la boca. Mejor contemplemos fumar a La Doña, bello espectáculo...

14 noviembre, 2007

Discreta. JJ pensaba que yo lo era, hasta el viernes. Cierta vez, en tiempos mejores cuando aún nos queríamos un poco, me cantó Ameba de Soda: "sos buena en la cama y sabés guardar un secreto hasta quebrar tu cuerpo..." cuando hablábamos de esta virtud que él tanto admiraba en mi, y pobrecillo no sabía cuan equivocado estaba. Porque secretos claro que sé guardar, sino algunos de mis queridos lectores estarían en graves aprietos, aunque no sé porqué mierda me los cuentan a mi si saben que de vez en cuando abro el tarro aunque en asuntos menores, pero sólo cuando estoy muy ebria(mmm...la mayoría del tiempo). La verdad es que no he sido nada discreta en lo que a JJ se refiere. Al principio lo conté por la novedad, porque jamás me imaginé que esto iba a durar tanto, porque no le tomé el peso a eso de ser la amante de alguien (aunque tampoco ahora es un tema que me sea muy conflictivo). Luego me puse a escribir en este blog pornografía emocional y ya no había vuelta atrás en el asunto de la discreción. Pero JJ no sabe nada de esto. No tiene ni la más puta idea que no sólo mis amigos íntimos saben quien es él sino también los amigos íntimos de mis amigos y etcétera etcétera. Tan crédulo porque cuando lo veo en la calle lo ignoro como para el Oscar, pero el viernes me encontraba un poco ebria y un poco drogada y en compañía de A. y otras gentes, cuando lo veo muy sentado a dos mesas con una mujer a quien yo conozco. Ni cuenta me di cuando estaba saludando a quien llamaremos Juanita de beso y abrazo y sentada en esa mesa con ellos. En medio del blablablax le pregunto "y él quién es", mientras JJ me mandaba unas miradas asesinas de peli de terror que a mi me causaron mucha gracias. Toda esta escena acompañada por mi pie refregándose en su pierna mientras su rostro se desfiguraba progresivamente. Cuando desperté la tarde siguiente y recordé el incidente (al lado de A. que es tan putamente filosófico que tenemos una relación platónica) no pude evitar cagarme de la risa. Seguro que no me quiere ver ni en pintura y que esta semana no recibiré sus llamadas telefónicas y tal vez ya no vuelva a tocar mi timbre y no me importa nada.

13 noviembre, 2007

Está bien poco colorido este lugar perdido en el ciberespacio, como si viera la vida en blanco y negro y quizás es así pero por lo menos hoy me paseo de verde y morado por el puerto. Yo y mis putas contradicciones. Chris, por ejemplo, no podría entender que debajo de mi habitual vestimenta oscura, se asomara un colaless verde, un sostén fucsia(en aquella época todavía los usaba), una camiseta naranja. Me quedaba mirando mientras me desvestía en algún hotel de mala muerte del noreste de Bolivia con esa cara de fotógrafo que sólo quedaba en intenciones porque a veces el pudor me atrapa y no lo dejaba inmortalizarme (la verdad es que con el tiempo ese pudor se desvaneció y al poco rato ya me las andaba dando de modelo incluso cuando él no me lo solicitaba). Mi pieza, por ejemplo, aparte de colores varios, posee una colección de telas y tejidos a rayas bastante significativa (eso sin tomar en cuenta del desorden-post-chernobyl y los hedores que dejan ciertas visitas). Y mis carteras!!! dentro de esos artefactos de cuero falso que van desde el tradicional negro al más burdo rosado, podemos encontrar por lo menos tres lápices, una libreta que me regalo la Su para que escribiera, una bitácora de mi vida, dos de los libros del momento, un cosmetiquero del que no describiré el contenido, una bombita para el asma, mis infaltables pañuelos no mentolados (una vez, también en Bolivia, se me ocurrió secar mis orines con uno de esos papeles endemoniados y temí tener la peor infección urinaria de la historia por el ardor que me provocaron...hasta que los recordé), unos tres condones (que suelo no ocupar), lentes de sol y de los otros, algo para el cuello (infaltable), cigarrillos (nunca encendedor), mi eterna música, mi billeta llena de souvenires y sin plata, los fines de semana algo de droga, pinches para mi chasquilla infernal (primer ítem de la lista de las cosas que no debo volver a hacer jamás, como comprar empanadas de pino en el Dominó o depilarme el rebaje con cera) y un sinfín de cosas anexas que agrego o quito día a día. Todo eso tiene mucho color. Y por dentro ando en este eterno blanco y negro que plasmo como que no quiere la cosa aquí y ahora. Cuando me quedo sola y me pongo a pensar que esto no está marchando, ni bien ni mal, simplemente no marcha, que tal vez nunca lo ha hecho y yo engañándome, contándome historias propias e inventadas, queriendo creer que detrás de todo esto hay un puto fin, que vivir si tiene sentido, que vivir no es esto, que tiene que ser otra cosa, como caminar por una ciudad con el ángel y que de pronto se largue a llover y tener que encerrarse en una cabina telefónica no porque les molestara la lluvia (acostumbrados a tormentas tropicales y aguaceros meridionales) sino solamente como pretexto para estar apretados uno junto al otro en esa primera cita. ¿Lo ven? No puedo dejar de mentirme, como si tuviera la esperanza de que esas épocas volverán.

12 noviembre, 2007

Como ustedes sabrán, no veo las noticias (no sólo por el hecho indiscutible de que no tengo tele), ni leo los periódicos y solamente de tanto en tanto escucho radio Bío-Bío más porque me gusta Nibaldo que porque les crea. La verdad es que los medios de comunicación me valen madres (como casi todo). Entonces, me entero del acontecer nacional e internacional a través de mis amigos. Gran velada noticiosa la noche del sábado en Máscara, cuando Barb me contó entre vaso y vaso de cerveza la cagadita que había quedado entre Hugo Chávez (cabroncito que se diferencia del resto por su mezcla entre el neo bolivarismo y una verborrea sólo superada por Fidel), Rodríguez Zapatero (cabroncito como cualquier otro, es decir socialista, lo que básicamente no significa nada) y el rey Don Juan Carlos (cabronazo por legítimo derecho) en la cumbre ibeoamericana(invento intercontinental para gastar la plata de los contribuyentes-nosotros-). En mi mente insana creé una fantasía de disputas de antaño, aquellas en las que señores políticos solían trenzarse dándose argumento y golpes, así que ayer ne despojé de todos mis prejucios y a las nueve o'clock estaba frente a TVN (zólo porque no eztaba el Amaro Gómez-Pablos eze que detesto) para VER de que se había tratado el asunto. Bien precaria la peleíta como diría mi Alejandro feat Residente, un español que si me encanta para que entiendan que no se trata de xenofobias. La verdad es que me cuesta entender:

1.-Que este señor Rodríguez Zapatero se ponga de defender a ese hijo de puta del Aznar (que de verdad es un fascista) única y exclusivamente porque es compatriota suyo y fue el pueblo español el que lo eligió de manera democrática (si fuera por eso la Merkel podría hacer cualquier día de estos una gran apología de Hitler y que decir de la democracia, dictadura solapada). Es como una vez que que un profe que tenía en la Alianza me dijo que le hería profundamenete matar a los argelinos porque los consideraba sus compatriotas, osea que le hubiese dado lo mismo pitiarse a un filipino o un chilenito cualquiera, esa sobrevaloraión que se le dá a la patria, la nacionalidad y esas huevadas inventadas.

2.-Que crean que el hinchapelotas de Chávez de verdad iba a desaprovechar sus tres minutos para dirigirse en directo a Hispanoámerica toda hablando sobre la puta cumbre que la verdad es que a nadie le interesa y que además se iba a quedar callado frante a la respuesta (estúpida) del mentado R. Z.

3.- Que este infeliz del Juan Carlos Borbón al parecer no se ha enterado que hace casi doscientos años que dejamos de ser colonia española como para que venga a levantar la voz por tierras latinoamericanas, la verdad es que no sé quien mierda se cree este malparido que podría tener la decencia de ni siquiera aparecerce por estos lados bajo ningún pretexto (en realidad no sé porqué a nadie se le ha ocurrido pegarle un buen tiro en la sien en una visita oficial).

4.-Que parece que la huevona de la Bachelet tampoco se entera que hace casi doscientos años que dejamos de ser una colonia española (tal vez podríamos decir que somos una colonia yankee, pero española no, joder) y no fue capaz de hacer callar a ese par de coños.

5.- Que todo el mundo (españolísimos y chilenísimos) esté tan de acuerdo y vea de manera tan digna la salida protocolar del monarca. Está bien que este llanero nos saque de quicio, pero por lo menos nos divierte, algo que definitivamente deberíamos valorar.
FIN
P.S.: también ese sábado me enteré que la Björk había recibido de parte de Charly García un baño de whisky en un hotel bonairense. Así, de la nada al parecer porque ella lo observaba demaciado (quien podría dejar de observarlo) , le dijo "que mirás puta islandesa?, tomá...". Así se hace!!!!!

07 noviembre, 2007

Como detesto Viña del Mal. Puedo pasar un día entero en Santiago de Chile con 31 grados a la sombra, correr trece cuadras con tacos, terminar con mis pobres pies llenos de ampollas (aunque no sangrando como en otros tiempos y otros lugares), viajar horas en un metro atestado de gente descortés, convivir con la impersonalidad de la big city y nada de eso me es tan desagradable como pasar cuarenta minutos en la "ciudad jardín". Sus calles tan pulcras, su estero asqueroso donde es fácil imaginar los nidos de pericotes aunque sólo salgan de noche, sus restoranes elegantes, sus avenidas con árboles, su puta vida residencial, su gente de mierda. Como detesto Viña, esa siamesa pituca de mi bello Valparaíso, paraje donde el "hola" está siempre en la punta de la lengua, donde se puede caminar tranquilamente desde el barrio Puerto hasta el Almendral con el sol pegándote en la espalda y sentarse frente al congreso (a pesar de él) en un banco bajo unos jacarandás que aún no florecen para fantasear que estamos en otoño y acariciar a un gato tan callejero como cualquiera pero con una bella cara de león africano, gris y sucio como para pensar presentárselo a la Lulux ahora que no vale la pena. Tomar el sol sentadas allí, pensando porqué los hombres se comportan como se comportan, tomando un agua con poco gas y un poco tibia, desechando cualquier oferta de cualquier vago del sector. Después volver atravezando la feria de antigüedades y de nuevo repetir la escena donde simulaste no verlo sentado ahí leyendo un libro, haciéndome la tonta, mi gran especialidad, fabricando un globito con mi chicle de menta de puro nerviosa que me pongo de saber que él está ahí o a algunos kilómetros a la redonda, o que habita la misma ciudad, que recide en esta misma tierra. Cosas que nunca jamás podría sentir en Viña del Mal.