30 noviembre, 2006

Empiezo a creer que todo se paga en esta vida. Mi mala racha comenzó la semana pasada cuando me quebré un diente por culpa de una puta botella de Escudo que se enzañó contra mi. Luego de una seguidilla de acontecimientos que prefiero no detallar, pero que me tenían al borde del suicidio del que ya me pidieron la primicia fotográfica, anoche, en la inauguración de la Sala que ahora se llama de otra forma, fue el broche de oro. Luego de llegar tempranísimo, tener que devolvernos con Eva a la casa para buscar el maldito pase discriminatorio, estar sentados más aburidos que la cresta, con Charly Brown por fin nos decidimos a atacar la pista de baile, tarea bastante difícil para mi en una noche seca. En fin, lo primero que veo en el lugar:Chicópata, uno de los tantos errores que he cometido en el último tiempo. Me persiguió toda la noche mientras mi pandilla se cagaba de la risa de mi refregándome en la cara que eso me pasaba por maraca. Esto no deja de ser divertido, pero me hace reflexionar sobre lo que me dijo alguien sobre eso que todo se paga, pensamiento demaciado católico, apostólico y romano para una campesina incrédula como yo, pero ¿y si es así?He metido tanto la pata últimamente que temo al castigo divino que me espera. Por el momento corro a encenderle una velita al Papa ese con cara diabólica...

28 noviembre, 2006


Cortar una flor de jacarandá camino a la biblioteca puede arreglarme un día que pintaba tan negro como cualquiera. Por lo menos ahora me siento mejor. Ya puedo volver a leer mis amadas biografías (ahora voy por Capote, supongo que no puedo alejarme tan fácil de la frivolidad), venir a ver a don Luén y todo marcha bien. Aunque las cosas que me hacen mal aún están allí y no sé si quiero dejarlas. Esta semana he estado un poco más tranquila, a pesar de los sueños que me atormentan en esta época del mes en que no deberían, pero anoche soñe con Chris, así que desperté contenta. Voy a tratar de poner una foto que es el lenguaje que él mejor entiende para que este blog le diga algo, por ejemplo que con este calor que hace hoy más extraño el de Bolivia, que prefería dormir con él que con cualquiera de los hombres con los que a veces despierto y de quienes ni siquiera recuerdo el nombre, que espero que el mundo sea tan pequeño como bromeamos con mis amigas para que algún día vuelva a verlo.

10 noviembre, 2006

Pensaba llegar acá y volver a sentirme en casa, pero no, como nunca encuentro todo mal, y eso que salió el sol. Resulta que ya no estoy acostumbrada a la vida familiar, ni siquiera a la comida casera y, lo peor de todo, ni un puto wachón in town. Esta cosa es increíble!!La verdad es que no se si en mi época era todo igual o uno se conformaba con poco. Me inclino más por esta alternativa; por ahí vaga el Kuchen sin ningún atractivo (de todas maneras le he hechado un vistazo) y no he visto más víctimas. Quiero mi cama y mi ventana. Necesito las conversaciones con mis amigas, aunque hablemos puras weás. Mi VIDA!!! Aunque tenga que buscar trabajo. Dos semanas más y me largo, espérenme con un VT please!!!!