27 noviembre, 2012

Tanta, tanta agua bajo el puente. Resulta que me separé, me reencontré, me fui. No necesariamente en ese orden pero el producto es más bien un caos del que no logro salir del todo. Conclusiones. Que ya no he vuelto a sentir ese vacío terrible que me agobiaba  a diario, hay alguien ahí que me llena la vida de una manera que nunca pensé. Que sigo sin entender de que se trata el amor, si tiene límites, sino, que de que mierda se trata, la gran incógnita. Que necesito calma para poder estar bien. Que ya no quiero tener jefes ni que nadie "me mande  a buscar". Que me es tan fácil imaginar la vida solos los dos, tranquilos, con la estufa encendida en el invierno leyendo libros de la biblioteca y en el verano tomando el sol en nuestra playa privada, remando (cuando pueda), cultivando lo que comemos, regando nuestro jardín. Que me embarga un ostracismo del que no se si quiera salir.